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La sonrisa de Duchenne
¿Sonrisa o cara de terror? No dudéis… es una sonrisa.
Duchenne de Boulogne (1806-1875) fue un pionero tanto en neurología como en la fotografía médica. Estudió en la universidad de París y a los 27 años empezó a experimentar con la electricidad y sus posibles usos terapéuticos.
Tras dos desafortunados matrimonios acabó instalándose definitivamente en París para dedicarse a la investigación. Subsitió trabajando en clínicas privadas y casas de acogida a la vez que recorría los hospitales de la ciudad recogiendo los casos más curiosos. Siempre llevaba consigo un instrumento que él mismo se construyó, una caja con una batería de zinc-carbono y un par de electrodos. Con ellos aplicaba corriente alterna a determinados músculos del cuerpo pudiendo comprobar cómo se contraían.
Pudo ver que los músculos más complejos eran los de la cara observando que en el simple acto de sonreir se implicaban multitud de músculos distintos, por un lado un grupo muscular en las mejillas que debían elevar los labios, aunque este movimiento podía fingirse, y por otro unos músculos que no obedecen a la voluntad de la persona, los músculos de debajo de los ojos, que arrugan la piel a su alrededor. Según Duchenne, la combinación de ambos movimientos producen una sonrisa “genuina, alegre y simpática”. Si no se combinan, podría llevarse a confundise con una falsa sonrisa o incluso como una mueca de terror.
Sin tener títulos oficiales su rigor científico hizo que el Dr. Jean-Martin Charcot le proporcionará el título de maestro, haciendo que le tuvieran en consideración el resto de sus colegas.
¿Cómo es que una buena mañana Duchenne ha descubierto una enfermedad que probablemente existía desde los tiempos de Hipócrates? (Charcot).
Describió diversas enfermedades relacionadas con los músculos localizando su origen, como la distrofia muscular de Duchenne y el tabes dorsal.

Entre sus logros cabe destacar que inventó un instrumento que permitía biopsiar muestras de tejido del interior del cuerpo y además fue el primero en aplicar la fotografía en medicina. En su libro Mecanismo de la fisionomía humana también conocido con el nombre de Análisis electrofisiológico de las pasiones aplicable a la práctica de las artes plásticas, hace referencia al uso de sus fotografías en las representaciones del rostro humano. Utilizó una persona que presentaba una parálisis facial que le impedía manifestar sus expresiones a no ser que se le aplicaran estimulaciones eléctricas. Con él pudo demostrar que la verdadera sonrisa de la felicidad se forma no sólo con los músculos de la boca sino también de los ojos. Sería conocida desde entonces como la sonrisa de Duchenne.
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