Fotografía: HENRY CARTIER-BRESSON
18 enero 2019
Llamamos bipolar a cualquiera que pasa con facilidad del blanco al negro, en su estado de ánimo, como si supiéramos de que va. Un maníaco depresivo lo es cuando ese estado, en cada uno de sus dos extremos, se le prolonga por un espacio no inferior a quince días o eso dicen los que beben en las fuentes de la psiquiatría. Ignoramos las razones por las que otros muestran su cara en función a su estado de ánimo, dependiendo ello del lugar donde se manifieste, sin importarnos, para nada, su problema. Llamamos borracho al que acostumbra a tomarse dos copas en soledad y sin que nos preocupe, en absoluto, sus motivos, pero llamamos bebedor social al fino ejecutivo que hace lo mismo sin que se lo reprochemos en absoluto. Frases o solo adjetivos, que lanzamos a la fuente del pastoreo social sin que nos demos cuenta de lo que hacemos con ello. En las progres tertulias cercanas a la fuente social, de la que salí no hace tanto, se decía que solo es infiel, al o la, que pillan … gracioso … ¿Verdad? – ¿Cuán estúpida, machista e injusta, es la vida social, a veces, verdad? … como nosotros mismos cuando queremos serlo.
Creo que la liberación del ser empieza cuando deja, éste, de preocuparse por lo que hacen bien o mal, los demás. La pregunta de hoy, si pudiera hacerla, sería: ¿Lo pensamos y lo hacemos o sólo lo decimos cuando nadie nos oye, ni nos ve? ¿Tú sabes qué?
Me encantó leerte!! Un abrazo
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias Úrsula, eres muy amable conmigo.
Un abrazo
Me gustaLe gusta a 1 persona
Criticamos demasiado y adjetivamos poco. Algo siempre anda descuadrado. ¿Todos? Me atrevería a decir que si. Un abrazo de viernes.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Has hecho que me sonría, amiga Paz … estoy contigo, yo creo que sí.
Un abrazo de viernes
Aunque ya no son lo mismo, pero ayuda mucho ver a los amigos los viernes la nuit
Me gustaLe gusta a 1 persona