Quien no da nada, no tiene nada
06 julio 2019
Hay días, como hoy, que son días de reflexión, de paz, o de amor, nunca compatible con un estado de ánimo por debajo de los menos exigentes hitos de nuestra autoestima, pero eso, la autoestima, el sentirse superior al resto del mundo, eso sí, sin soberbia alguna, es como es, viene sola, es como un premio.
– Sucede cuando te levantas y te acuerdas lo que un ángel querido le dijo anoche, en un lance de un feliz “viernes la nuit”, a mi otro lado de la cama desde el 66: “¡¡¡Es que tú sabes amar y hacerte querer, ese es tu éxito y tu premio!!!” … y a mi, de no estar sordo, me hubiera gustado apostillar … “¡¡¡Y el mío!!!.
– Y ese ángel de la noche, con su frase, me recordó aquella otra vieja de Camus cuando escribió ese inolvidable canto al absurdo amor sin ser amado: “Quien no da nada, no tiene nada. La mayor desgracia es no saber amar”.
– Y yo me dije: “Nunca lo escrito, dejó más huella que lo mucho que aún queda por escribir”.
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